El estado de Wembley, en Londres, está a la venta. Es por ello que un multimillonario llamado Shahid Khan ha ofrecido 600 millones de libras por su adquisición) aproximadamente 670 millones de euros.
Acuerdo de venta temporal
La Federación Inglesa de Fútbol (FA en sus siglas en inglés) ha anunciado a los medios de comunicación su aprobación a esta venta, aunque solo puede considerarse un acuerdo de carácter temporal.
Todavía falta que haya unanimidad entre la junta y existen posturas en contra de ella. La incertidumbre sobre el futuro del estadio parece ser el principal motivo de preocupación de algunos representantes.
Compromisos en la venta de Wembley
Para intentar garantizar una viabilidad comercial y promocional, ajustada a los valores actuales, el acuerdo tiene ciertos compromisos que su probable próximo dueño, Khan, deberá cumplir.
El primero de ellos es que no se podrá cambiar el histórico nombre de Wembley. Esta condición evita que ningún patrocinador entre con tal efecto, además de que limita las posibilidades de explotación comercial a otras vías.
Khan además debe comprometerse a que cualquier acción de promoción en el estado de Wembley no esté vinculada a algunos de los sectores que están considerados prohibidos. Entre ellos el de la pornografía, por motivos evidentes. No obstante, también están incluidos otros sectores relacionados con el juego, como el de las apuestas, que sí está firmemente vinculado al deporte, pero no se desea tener promocionalmente en el estadio.
Objetivos de Shahid Khan
Shahid Khan no es un inversor altruista, sino que tiene fines económicos muy importantes con la adquisición del estadio de Wembley.
El multimillonario adquirió la franquicia de los Jacksonville Jaguars (NFL) en Londres. Su principal objetivo es maximizar el potencial del estadio, para rentabilizar mejor este deporte y, obviamente, el club que posee. En la actualidad la mayoría de partidos se realizan en el estado de Wembley, pero el inversor tendría planes para incrementar la agenda deportiva y expandir con mayor notoriedad el espectáculo entre aficionados británicos.
Además, Khan también es propietario del equipo Fulham de la Premier League, por lo que parece que es un inversor especializado en acciones deportivas. Esta experiencia puede haber sido el impulso final que necesitaba la FA para dar el visto bueno a la operación, sabiendo que iba a ser dirigida por alguien afín al deporte y con intereses comerciales ya invertidos en él.