El sector de la televisión vive una situación de transición. Los espectadores se están volcando en las plataformas de streaming, haciendo que la audiencia de televisiones públicas y privadas, locales y nacionales, sigan cayendo.
Una de estas cadenas es la BBC, que ya está buscando alternativas con las que sumarse al mercado del streaming y, de hecho, ha anunciado el que será su próximo proyecto, BritBox.
Qué ofrece BritBox
BritBox consiste en una plataforma de streaming, impulsada tanto por la BBC a través de sus servicios de iPlayer como por ITV Hub, propiedad de ITV, que tendrá en realidad el 90% del servicio.
El lanzamiento está previsto para el próximo otoño de 2019, por lo que ya está muy avanzado. De hecho también se ha confirmado que el precio será de 5,99 libras al mes, por debajo de lo que requiere la competencia.
Sin embargo, pese a un precio inferior al resto de rivales, su oferta de entretenimiento no compite directamente con ellos. Está formada por los contenidos de ambos servicios de emisión por Internet, que se fusionarán en BritBox. La parrilla la completan series y programas de televisión clásicas de la producción británica audiovisual. Comedias, documentales y dramas de diversa tipología ya conocidos por los espectadores, podrán ser revisionados por una cuota mensual.
Potencial de BritBox
BritBox se basa en el negocio del streaming por nostalgia. No es una novedad, pero sí una apuesta arriesgada si no se cuenta con la producción en propiedad, algo que sí tienen tanto ITV como BBC.
Además, BBC aporta un sello de calidad indiscutible, que ofrece atractivo a la oferta comercial, pese a que no contenga ningún contenido realmente nuevo.
El servicio consiste en la oferta temática de producciones clásicas, que los espectadores quieran volver a revisionar siempre que lo deseen. En la parte más complicada comercialmente hablando, está la cuota mensual por un servicio ya consumido de antemano. Pese a todo, parece que el negocio tiene sus opciones de viabilidad, sin llegar realmente a competir con las plataformas de streaming líderes como Netflix o HBO.
Dificultades de BritBox
No obstante, BritBox tiene dos “enemigos” importantes antes de salir a la luz. El primero de ellos, que depende de que las autoridades reglamentarias aprueben el servicio, algo que ya es complejo tras la unión en 2008 de varias cadenas de corte generacional, a las que se les negó un proyecto similar.
Además, los ciudadanos británicos ya pagan una licencia anual de visualización de contenidos de 170 euros aproximadamente. Por lo que esto supone un incremento en los costes de un servicio ya disponible con anterioridad. Pese a ello, desde BBC e ITV son optimistas en que el proyecto salga adelante y sea rentable.