La pandemia del coronavirus trajo consigo numerosos desafíos y oportunidades. Para el sector hotelero supuso un duro varapalo en todo el mundo debido al cierre temporal que tuvo que sufrir, con el gasto laboral, impositivo y financiero que esto supuso.
En cambio, el turismo residencial experimentó un importante auge. Y es que, una vez que el gobierno empezó a flexibilizar las medidas, se hizo patente la necesidad de las personas de redescubrir la naturaleza y disfrutar de espacios de esparcimiento, pero también las ventajas de las viviendas turísticas frente a los hoteles.
Debido a ello, desde el fin de la pandemia, la inversión en vivienda ha vuelto a cobrar fuerza. El sector inmobiliario se ha reactivado y ofrece interesantes oportunidades. Como apunta Rubén Otero, España está de moda y, actualmente, es líder en turismo residencial, con cifras que recuperan los niveles de arranque del año 2008.
El turismo residencial, un sector al alza
El sector del turismo residencial ha sido una conquista social de los últimos 50 años, garantizando el progreso y la vida de muchas regiones de España, siendo actualmente uno de los principales motores económicos de nuestro país, especialmente de la costa mediterránea. La población europea que vive en las ciudades turísticas de la zona representa en algunos casos incluso el 30% del total.
El Covid-19 supuso un terremoto mundial, sacudiendo nuestras prioridades vitales, de manera que muchos residentes de otros países que ya se estaban planteando adquirir una vivienda para usarla únicamente en vacaciones, están pensando en hacerlo para pasar largas temporadas en España, siendo la Costa del Sol uno de los destinos preferidos para los inversores extranjeros.
Según datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el año 2021, los extranjeros no residentes en nuestro país adquirieron nada menos que 43.827 viviendas y los residentes 59.168, lo que supone un total de 102.995. Esto significa que el turismo residencial ya ha superado el ritmo anterior a la pandemia y que, actualmente, sigue una tendencia alcista imparable.
¿Qué es lo que más valoran los compradores internacionales?
Tal como indica Rubén Otero, experto en gestión inmobiliaria, en los últimos años, las preferencias de los compradores internacionales han cambiado, siendo el factor que más valoran la conexión de banda ancha para poder teletrabajar. Pero también tienen muy en cuenta la proximidad con la playa y las terrazas amplias.
Casas amplias con un despacho o una zona de teletrabajo, iluminación natural, bien decoradas y con buena conexión a Internet. Aunque, obviamente, también valoran la cercanía con un aeropuerto internacional, la oferta de ocio y cultura, los servicios de restauración, las instalaciones deportivas y los centros sanitarios.
¿Qué tipo de público invierte en turismo residencial en España?
Rubén Otero incide también en que la pandemia ha supuesto un cambio en la manera de ver la vida y muchos extranjeros están vendiendo sus casas para venirse a vivir a nuestro país y cambiar su lugar de residencia. ¿Podría entonces España convertirse en la “Florida de Europa”? Una región en la que hay que recordar que casi el 70% de la población compra viviendas para quedarse de manera permanente.
Pero también hay inversores nacionales que han estado ahorrando durante la pandemia y que quieren un lugar donde evadirse de la ciudad, contando con un presupuesto medio de compra de unos 100.000 euros. Normalmente, se trata de jóvenes que buscan una residencia vacacional en la costa y que requieren de financiación bancaria para adquirir la vivienda.
En lo que respecta a la nacionalidad, en zonas como Marbella, por ejemplo, los inversores son principalmente rusos que adquieren villas de lujo, mientras que los clientes belgas, además de comprar, viviendas, también adquieren negocios. Además, en los últimos años también han aumentado los inversores nórdicos procedentes de Noruega, Suecia y Finlandia. Incluso aparecen clientes de nacionalidades poco frecuentes hasta ahora, como Moldavia.
Indudablemente, el futuro del sector se dirige hacia un turista de mayor poder adquisitivo interesado por las experiencias de valor. Todo ello dentro de un escenario que favorece modelos más sostenibles que promueven la circularidad de la economía y el respeto por el medio ambiente.
En definitiva, la búsqueda de mejores condiciones de vida, el valor de la experiencia y la desconexión se han convertido en factores prioritarios para muchos inversores después de la pandemia. Teniendo esto en cuenta, España se perfila como un destino muy atractivo, sobre todo gracias a la diversificación de su modelo turístico tradicional. Un sector que se retroalimenta y que va creando nuevas sinergias entre sectores en pleno desarrollo, como el transporte, la investigación, la innovación y el audiovisual.
Lo cual se hace evidente al analizar el mercado inmobiliario actual, en el que la demanda relacionada con el turismo residencial ha experimentado un importante auge, sobre todo de vivienda en alquiler, tanto por parte del público extranjero como nacional. Todo ello desde la perspectiva de fórmulas más sostenibles y tecnológicas que, sin duda, marcarán el futuro de la economía española.
