Esta ha sido la cuarta final en la que se han enfrentado Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers, sin embargo es posiblemente una de las finales más desiguales de todas. Finalmente los de Curry y Durant han conseguido ganar 4-0 al equipo de LeBron, que este año queda como agente libre.
Este último dato refleja claramente el problema que han sufrido los Cavaliers, una falta de estrategia comercial en la que los Warriors les han ganado con mucha más ventaja.
Contratos a largo plazo
Los Golden State Warriors comenzaron su estrategia hace mucho más tiempo. En 2010 el equipo fue adquirido por Joe Lacob y Peter Guber y, desde entonces, su valor económico ha crecido de 350 millones de dólares a 3.100 millones. Solo los New Yor Knicks les superan, con 3.600 millones.
Pese a que comparte con su rival un global salarial de 135 millones de dólares, algunos contratos están pactados desde hace tiempo. Por ejemplo, en 2014 renovaron a Klay Thompson y en 2015 a Draymond Green, con el fin de que en los siguientes años tuvieran suficiente liquidez para reforzar a la plantilla.
En 2016 recogieron los frutos de esta inversión inicial. Ficharon a Kevin Durant con un contrato suficientemente atractivo como para convertirse en el contrato del año. Gracias a él, los Warriors se reforzaban considerablemente con respecto al resto de rivales de la NBA.
Pero el clímax llegó en el último contrato a la estrella del equipo, Stephen Curry, que consigue para la temporada 2021/2022 hasta 45 millones de dólares, después de un incremento de hasta 34 millones.
LeBron, agente libre
La correcta planificación de los Warriors ha permitido solvencia en la pista. La seguridad en la cancha choca directamente con la inestabilidad de los Cavaliers, sobre todo en términos contractuales.
Una mala gestión económica de sus fichajes ha derivado en que LeBron James terminase este verano como agente libre. Sin él, lo cierto es que los Cavaliers sufren de contratos heredados demasiado altos y poca efectividad en el ataque, al menos para llegar de nuevo a la final.
Los rumores presentan a LeBron en Warriors, algo que supondría un desnivel demasiado grande en la NBA, pero tan llamativo que vendería las entradas de todos sus partidos de un plumazo. De momento, su plantilla es tan estable como su caja económica, una de las más rentables y mejor invertida de toda la competición.