La lucha por la sostenibilidad tiene en el sector energético uno de sus principales campos de batalla. Sin embargo, esta vez parece que todo tiende hacia un progresivo aprovechamiento de energías menos contaminantes, conforme el mercado permite este abastecimiento y las restricciones contra emisiones de CO2 siguen en alza.
Tanto es así que España ha protagonizado recientemente un hito histórico, ya que ha podido abastecer a ciudadanos y empresas durante 45 horas seguidas, sin necesidad de utilizar carbón en ningún momento.
Más de dos días sin carbón
La cuenta atrás comienza a medirse desde el viernes 13 de diciembre a las 23:50 horas. En ese momento se paró el consumo de carbón como fuente de energía y no tuvo que volver a requerirse hasta el domingo 15 de diciembre a las 21:20 horas.
Los datos son especialmente significativos, teniendo en cuenta la importancia que el carbón tiene para la generación energética en España, tal y como han revelado los datos de un informe de Red Eléctrica de España (REE), llamado «El sistema eléctrico español».
Según este informe, el carbón en 2018 representó el 14,3% de toda la producción nacional. Las únicas energías que están a un nivel por encima del carbón ahora mismo son la nuclear que llega al 20,4% y la eólica, que en su caso se queda en el 19%.
Sin embargo, durante los más de dos días en que no se utilizó el carbón, las energías renovables tomaron el papel de sustitutas oficiales, demostrando la efectividad potencial que son capaces de ofrecer. Llegaron a abarcar una cuota del 62% del total de energía generada.
Motivos de la reducción del carbón
Aunque sea una tendencia la reducción del uso de carbón, este récord histórico también se debe a unos motivos que pueden categorizarse de excepcionales.
En primer lugar, el hecho de que una central térmica localizada en Gijón tuvo que parar para tareas de mantenimiento.
A esta situación se une el hecho de que el gas, principal rival del carbón, ha bajado considerablemente sus precios, precisamente al mismo tiempo en el que los derechos de emisiones de CO2 han llegado hasta un máximo de 30 euros por tonelada.
Por último, cabe destacar la actuación de algunas de las empresas más importantes del país como Iberdrola y Endesa, que han iniciado una estrategia de inversión en renovables, cuya consecuencia conlleva el cierre de sus propias plantas energéticas basadas en el carbón.
