Ikea Group ha informado de sus resultados económicos, correspondientes al último ejercicio fiscal, que cerró el pasado 31 de agosto.
Según estas cifras, el beneficio neto ha llegado hasta los 1.468 millones de euros, pero no es suficiente para considerarlo un éxito. De hecho, en realidad es un 40,6% menor que en el periodo anterior.
De la misma forma, también se ha obtenido un retroceso en lo que respecta al porcentaje anual del resultado de explotación. Esta caída se fija en el 25,7% y alcanza los 2.251 millones de euros.
Pese a todo, la empresa ha conseguido superarse en ingresos. El crecimiento en este rango alcanza el 2,1% y suma hasta 37.050 millones de euros.
Motivos de la reducción de beneficio para Ikea Group
Desde Ikea Group han querido dar su versión oficial sobre esta reducción en los beneficios.
Desde su punto de vista, son las inversiones realizadas durante el último periodo, lo que ha elevado considerablemente los gastos, impidiendo un crecimiento de los beneficios acorde a los ingresos generados.
La empresa afirma haber realizado 2.800 millones de euros en inversiones como la apertura de nuevas tiendas, la mejora de las redes de distribución, así como la distribución de productos a clientes, centros comerciales y otros sectores.
De ser así, desde luego la inversión no ha servido para demostrar un crecimiento de la compañía constatable en 2018, por lo que tendrá que dar sus frutos a partir del próximo ejercicio fiscal.
Para ello, contará con su poder de expansión, con el que ya suma 367 tiendas Ikea en todo el mundo.
El comercio online, su principal objetivo
En la actualidad Ikea se encuentra en pleno proceso de transformación de su negocio. El grupo asegura que el comercio online es su principal objetivo a corto plazo e invierte para que esto sea posible, a pesar de que su modelo se basa en la visita presencial a las tiendas.
La apertura de nuevos establecimientos de menor tamaño y el incentivo del uso de su página web para la adquisición de productos, son algunas de las herramientas que la compañía espera poder aprovechar los próximos meses.
De momento lo que no puede retrasar es el pago de la factura fiscal correspondiente al cierre del ejercicio, que en 2018 le suponen 1.081 millones de euros. De ellos, 634 millones corresponden al impuesto de sociedades, otro incremento que va desde el 24,9% anterior al actual 30%.
