Es inminente la presentación del informe de resultados trimestrales de Apple correspondiente al primer trimestre de 2016 y todo indica que se va a confirmar lo que parece ser un secreto a voces: las ventas de iPhone, uno de los productos estrella de la compañía, habrían caído por primera vez en su historia desde su lanzamiento en el año 2007.
A falta de números definitivos Apple ya ha publicado sus previsiones con las que quiere informar y preparar a los inversores. Y en esas previsiones ya refleja que las ventas de iPhones durante este primer periodo del año han estado por debajo de las expectativas esperadas. Presumiblemente las ventas de iPhone estarán por debajo de los registros de trimestres anteriores, lo que también supondrá una caída en los beneficios de Apple, la primera en toda una década. Hay que tener en cuenta que casi el 70% de la facturación de esta compañía proviene de la venta de sus dispositivos móviles, así que cualquier alteración en su venta, se refleja en la cuenta de ingresos generales.
Adviértase que hablamos de una caída de los beneficios, no de que la compañía de Cupertino pierda dinero. Apple continúa liderando el mercado y con bastante distancia con respecto a muchos de sus competidores, pero la rentabilidad comienza a decaer y lo preocupante para el gigante tecnológico es que a partir de ahora se convierta en tendencia.
Frente a unas previsiones de la compañía en torno a una facturación de 53.000 millones de dólares, los analistas de Bloomberg, empresa estadounidense líder en el mercado que ofrece información y software financiero, han previsto una caída por debajo de los 52.000 millones y que las ventas caerán a 50 millones de dispositivos en comparación con los 61,2 millones de 2015.
Otro dato significativo es que la compañía ha perdido un 18% de su valor en Bolsa en el último año. Los accionistas ya muestran su preocupación, dado que los usuarios ya no parecen interesados en renovar su Smartphone cada año. La compañía había conservado hasta ahora unos márgenes de beneficio que se basaban en el elevado precio de estos dispositivos, pero parece que no van a poder mantenerlos de cara al futuro.
Una de las causas del problema que se le plantea a Apple ha sido la fría acogida que ha recibido su último modelo, el iPhone SE, en la que la compañía había depositado sus esperanzas y que tuvo unas decepcionantes cifras de venta desde su lanzamiento en el pasado mes de marzo.