Apple ha presentado las cuentas del último trimestre y ofrecen un balance que motiva al análisis, así como escepticismo hacia el futuro.
La compañía que dirige Tim Cook actualmente ha vendido en estos 3 meses 77,3 millones de iPhone, 1 millón menos que en el mismo periodo del año anterior. Pese a ello sus beneficios son notablemente superiores.
Ha obtenido 61.580 millones de euros de beneficio, un 13% más que en el periodo anterior. La razón principal es que sus móviles de nueva generación (iPhones modelos X y 8) han incrementado notablemente su precio de lanzamiento.
El trimestre más fructífero de Apple
El último trimestre del año siempre es el que mejor resultados aporta para Apple, ya que es aquél en el que sus nuevos modelos son recién puestos a la venta. Además coincide con el periodo navideño, por lo que todo está a su favor para que el número de unidades vendidas crezca.
A pesar de los datos positivos de facturación, se han vendido menos móviles y puede ser un problema. Era la primera vez en la historia que Apple se arriesgaba por partida doble. Por un lado ha presentado 3 modelos nuevos cuando solía limitarse a uno y una versión adicional.
Por otro lado, también fue todo un riesgo incrementar el valor de los smartphones hasta donde lo ha hecho, una tendencia que se augura que en el próximo año no se repetirá porque se reducirán los costes de fabricación.
Con todo, ha quedado demostrado que dichos costes no recortan en exceso el volumen de beneficio, sino que hay margen suficiente, para incluso vendiendo menos móviles obtener un rendimiento comercial más que provechoso.
El problema viene al intentar aventurar qué pasará los siguientes meses. Sin un anuncio todavía claro de qué estrategia seguirá la compañía a partir de verano con nuevos teléfonos móviles, es previsible que la venta de dispositivos comience a descender durante los primeros 6 meses.
La diversificación lenta de Apple
Una de las estrategias de la compañía con la que mitigar la dependencia de la línea de smartphones, fue la de diversificar más sus ventas hacia otros dispositivos. Lo ha intentado con desarrollos de iPads, Mac Pro e incluso Apple Watch.
De este último no ha ofrecido datos, lo que nunca es buena señal. Pero del resto ha confirmado un crecimiento lento. La venta de iPad está en un 1% superior al año anterior y los Mac han descendido un 5%.
En balance lo cierto es que solo la recuperación del mercado asiático ha salvado las cuentas de estos dispositivos para Apple. Mantener el ritmo durante los siguientes meses será todo un reto para la compañía.