La empresa de surf estadounidense Quicksilver ha optado por una estrategia de compra con respecto a la competencia más directa, de origen australiano, Billabong.
Quicksilver opta por una revalorización del 28%
La oferta de adquisición no se ha hecho de forma directa. En realidad ha sido a través de Boardriders, propiedad de Quicksilver. Ha sido por 380 millones de dólares, debido a que se ha ofrecido una revalorización de hasta 1 dólar por acción.
Teniendo en cuenta que las acciones de Billabong en el momento de la venta costaban 0,78 céntimos, la revalorización ha alcanzado un 28%. Esto ha ofrecido una suma suficientemente atractiva, para que desde parte de los australianos no hubiera ninguna pega para aceptarla.
De hecho, la oferta de Quicksilver llega en el momento oportuno. Billabong llevaba años en pérdidas que se iban acumulando cada vez con mayor velocidad.
En 2016 llegaron a ser de hasta 77 millones de dólares, lo que suponía una gran diferencia en negativo respecto a los ejercicios fiscales anteriores, pero aún así los valores negativos no eran algo reciente, sino que ya aparecieron hace bastante tiempo.
Quicksilver mantiene su estrategia de adquisición de empresas
La empresa Quicksilver parece surfear el mercado como si de olas para navegar se tratase. Si bien desde el inicio consiguió desmarcarse de la competencia a finales de siglo XX, con ropa de calidad, una personalidad vanguardista y expansión internacional imparable, lo cierto es que las decisiones comerciales a principios de siglo han distado mucho de ofrecerle beneficios.
De hecho, la empresa registraba pérdidas desde el año 2011. Ha sido en el año 2016 cuando la compañía confirmó que registraba de nuevo beneficios, un éxito que se espera volver a repetir con respecto a la facturación de 2017 y, tras esta adquisición, también en la del presente año.
Pese a todo no es la primera vez que Quicksilver aboga por la adquisición de empresas. Para empezar, en el mercado comenzó principalmente con tres de ellas, la marca propia Quicksilver y otras dos conocidas como Roxy y DC.
Rossignol y Clevelan Golf son otras dos compañías que forman parte de la industria de comercialización de ropa y accesorios deportivos. Sin embargo, en estos dos casos la historia terminó en venta de las mismas, por lo que Quicksilver espera esta vez (si se aprueba la venta en abril), conseguir el objetivo comercial que persigue.
