Boeing está en crisis. Los accidentes con su modelo 737 han tenido muchas consecuencias, entre ellas la paralización de nuevas fabricaciones. Pero también requieren de la aprobación de las autoridades, para que confirmen que los nuevos modelos cumplen con los estándares de seguridad, que evitarán más accidentes en los mismos términos.
Mientras la empresa estadounidense sigue lidiando con estos problemas, los clientes (es decir, las aerolíneas de todo el mundo) sufren también más consecuencias.
Cierre de bases de Ryanair
Una de las compañías afectadas es Ryanair, que está todavía a la espera de algunos aviones de Boeing.
Inicialmente necesitaba 58 unidades, sin embargo la situación actual ha obligado a reducir esta empresa a las 10 unidades solicitadas. En principio tendrían que llegar en abril, pero de momento no tienen noticias de confirmación por parte de Boeing.
El problema es que si no llegan al menos los primeros aviones Boeing en abril, la compañía no podrá dar servicio y, por tanto, se teme un posible cierre de bases, entre otras las que están presentes en España.
Estimación de Boeing en 2020
Esta situación es consecuencia del anuncio de la compañía norteamericana, de que se retrasaba la aprobación de las autoridades. La empresa argumentaba que comprendía que debían tomarse todas las comprobaciones necesarias y que podía ser algo complejo.
Sin embargo, las propias autoridades han desafiado la época de abril. Según exponen, no hay una fecha límite para aprobar que un avión esté en óptimas condiciones, por lo que no se puede garantizar que en abril se concedan los permisos a los nuevos aviones.
Por tanto, no solo es posible que en abril Ryanair no tenga los aviones, igual que sucede con tantas otras empresas que están a la espera. Podría pasar que la aprobación de los nuevos modelos se retrasase hasta incluso el año que viene.
Pérdidas millonarias para Boeing
Mientras las empresas pueden sufrir reveses en sus estrategias de 2020, Boeing tiene pérdidas millonarias que lastran todo su futuro.
En verano, estas pérdidas ya estaban estimadas en unos 3.000 millones de dólares, aproximadamente 2.640 millones de euros.
Desde el año 2009, cuando perdió hasta 1.600 millones en un solo trimestre, la compañía no se enfrentaba a un revés económico tan grande.
Como es lógico, de su crisis otras compañías obtienen beneficio. Airbus, por ejemplo, su rival europea, ha conseguido un aumento de su beneficio este pasado año del 141%.
