Las normativas de la Unión Europea para reducir emisiones son cada vez más exigentes. Según ha anunciado la empresa Seat , en los próximos cuatro años va a hacer una inversión de al menos 1.000 millones de euros destinada a la adquisición y renovación de nuevas tecnologías para conseguir dicha reducción.
Según Holger Kintscher, vicepresidente de finanzas de la citada compañía desde hace seis años, que ha logrado reactivar la compañía después de unos años de grave crisis, las inversiones en nuevas tecnologías, tales como electrificación, modelos híbridos y la mejora del diesel y la gasolina, van a alcanzar cifras de tres dígitos en millones de euros de aquí hasta 2020, que sobre todo se centrarán en la adquisición de innovaciones desarrolladas por el Grupo Volkswagen.
Kintscher ha señalado que Volkswagen será el encargado de hacer los principales desarrollos e inversiones en nuevas tecnologías, pero ha aclarado que Seat debe ser capaz de financiarlo. Si Volkswagen desarrolla, la compañía de origen español debe ser capaz de pagar por ello.
El reto que hay que afrontar y superar para conseguir fabricar coches más verdes pasa por cumplir todas y cada una de las normativas de emisiones de la Unión Europea. Asegura Kintscher que los políticos les encomiendan una tarea muy difícil, pero que hay que cumplirla, y se muestra convencido que que Seat va a poder hacerlo.
Seis años atrás, cuando se produjo la llegada del nuevo vicepresidente de Seat, el ánimo general era muy negativo. Según este ejecutivo nadie pensaba en el futuro de la compañía. Sin embargo, en 2012 se lanzó la nueva generación de los Seat León, que resultó ser todo un éxito y que ayudó a que las cosas tomaran otro rumbo. Se produjo una gran mejora de procesos acompañada de una reducción de costes. El año pasado llegó el lanzamiento del Ateca, primer SUV de Seat, que ha sido bien recibido por el mercado.
Para hacernos una idea de la evolución, en 2013 Seat llegó a tener unas pérdidas cercanas a los 150 millones, que se redujeron a la mitad al año siguiente y que se convirtieron en beneficios en 2015. En dicho año se alcanzó un beneficio de 6 millones de euros y en 2016 se logró un récord de beneficio de 903 millones de euros, dentro de los que hay que tener en cuenta los 671 millones de euros en plusvalías derivadas de la venta de la filial VW Finance a Volkswagen AG.