Alstom es una de las empresas más importantes en Francia, especializada en proyectos ferroviarios. De hecho, el Estado francés tiene en propiedad un 20% de las acciones existentes de la compañía.
Por su parte, Siemens es más conocida. La compañía alemana ha participado con conatos de liderazgo en algunos sectores como la energía, la salud o incluso las infraestructuras.
Estas dos empresas han anunciado una fusión estratégica, que crea indirectamente a uno de los gigantes industriales más importantes del mundo, trastocando con ello las posibilidades comerciales de muchas otras grandes empresas, que creían el camino fácil para sus próximos negocios.
Este imparable tren empresarial tendrá un volumen de negocio que llegará hasta los 13.500 millones de euros. La fusión tiene como objetivo combinar las actividades de movilidad de Siemens, con su sección de tracción ferroviaria incluida, con la empresa Alstom.
Condiciones de la fusión entre Alstom y Siemens
La noticia supone un hecho histórico en la industria, pero todavía no se puede dar por confirmada. Todavía resta que reguladores y comités empresariales den su visto bueno a esta fusión, en un proceso de análisis y negociaciones que podría retrasarse hasta incluso los últimos meses del año 2018.
Además, la fusión tiene sus condiciones. Por ejemplo, Alstom tendrá lógicamente el 50% de las acciones de la fusión. Pero el estado francés no podrá ejercer acciones de compra sobre ninguna de las acciones de la empresa. Al mismo tiempo, si Alstom deja en algún momento la fusión, la compañía de origen alemán deberá ser indemnizada con 140 millones de euros.
En el lado positivo para los intereses franceses, la compañía resultante cotizará en la Bolsa de París y, de hecho, planea tener su sede central en la capital del estado francés.
También se ha garantizado el puesto de trabajo para todos los empleados actuales de la compañía francesa, así como anunciado que la directiva formada por miembros ejecutivos de Alstom y Siemens, será lo más equilibrada posible. De hecho, la dirección recaerá sobre el actual máximo responsable de la empresa francesa, Henri Poupart-Lafarge. Se desconoce cómo será la distribución del resto de directivos en la fusión resultante.
De momento los alemanes parecen ser los que más beneficios obtienen a nivel estratégico de esta fusión, no obstante, el devenir de los años debería ofrecernos una gran compañía representante principalmente de Francia gracias a su cotización y ubicación en París.