Sin duda, uno de los retos de la economía española es aumentar la productividad de sus empresas. Se puede definir este concepto como la relación entre el rendimiento de un sistema productivo y los recursos que se invierten para lograrlo. La productividad permite establecer la solidez del negocio.
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), aconseja revisar cómo trabajan empleados y empresarios, cuáles son las herramientas que se utilizan para gestionar la organización y para desarrollar las tareas cotidianas, y la necesidad de crear un entorno adecuado y asegurar la mejor gestión del tiempo posible. Todos ellos son elementos prioritarios sin los cuales no puede existir una adecuada productividad.
¿Qué puedes hacer para velar por la productividad de tu empresa? A continuación te ofrecemos unos cuantos consejos:
- Buscar recursos para evitar tareas repetitivas: con más frecuencia de la deseada directivos y empleados son absorbidos por tareas repetitivas que interfieren con otras que son más importantes para el negocio, como pueden ser la venta de productos y ganar clientes. Por ejemplo, papeleo diverso, pago de facturas… Una buena medida en este sentido es la domiciliación bancaria directa de pagos a proveedores.
- Olvidarse de la multitarea: algunos estudios demuestran que la multitarea, que no es más que un mito, no aumenta la productividad, sino que puede llegar a disminuirla hasta en un 40%. En los pequeños negocios suele ser común que una sola persona se ocupe de varias cosas, pero tiene que plantearse bien para que no sea un lastre. La conclusión es que todos no servimos para todo y que es mucho mejor centrarse en tareas concretas y objetivos específicos.
- Uso de herramientas online: la utilización de herramientas online o apps para móvil puede ser un factor clave que permita incrementar nuestra productividad. Controlar las hojas de cálculo e incluso llevar un registro manuscrito está muy bien, pero hay que estar abierto a las últimas innovaciones, sobre todo si nos facilitan el trabajo en tareas tan dispares como las relacionadas con finanzas, marketing, ventas, comercio electrónico…
- No estar todo el tiempo pendiente del correo electrónico: el correo electrónico es una herramienta indispensable de trabajo pero también puede suponer un freno. Lo mejor es establecer unas horas fijas al día para revisarlo.
- Fijar plazos de entrega: ante proyectos abiertos y sin fecha de entrega, es muy útil poner fechas límite para motivar y movilizar al equipo y obligar a una planificación sobre calendario.
- El descanso, factor esencial: según los expertos, trabajar en intervalos de 90 minutos con diferentes pausas durante el día puede ser muy eficaz para mantener la concentración y, en consecuencia, incrementar la productividad.