La reorganización de la empresa es fundamental para adaptarse a los cambios del entorno y para fortalecer las estrategias empresariales. Según un estudio realizado por The Boston Consulting Group una reorganización empresarial contribuye a la eficacia y la eficiencia, permitiendo corregir tareas innecesarias, aquellas estructuras que no resulten funcionales y la falta de correspondencia entre la estrategia y el diseño puesto en marcha.
Aparte de todo esto, el estudio asegura que la renovación empresarial, la puesta al día de las estrategias empresariales, es fundamental para que el negocio resulte exitoso, ya que permite mejorarlo y potenciarlo, así como adaptarlo a los nuevos tiempos, necesidades, tecnologías, tendencias del mercado, etc..
The Boston Consulting Group sugiere las siguientes claves para conseguir que la reorganización o renovación empresarial sea adecuada y transparente:
Conocer a fondo la estructura de la empresa: desde la cúpula directiva debe realizarse un esfuerzo por conocer quiénes son los empleados y los cargos que ocupan. Para ello es imprescindible reunirse con el Departamento de Recursos Humanos. Conocer las capacidades de cada empleado puede ser útil para reubicarlos convenientemente en otros puestos o para ascenderlos. Aunque pueda resultar muy laboriosa, esta tarea puede ser también muy beneficiosa para la empresa.
Establecer nuevos objetivos: antes de elaborar un nuevo diseño se deben establecer claramente los objetivos que se quieren conseguir y cómo va a ser la planificación a poner en marcha para lograrlos. Una vez fijados, hay que identificar a los líderes dentro del equipo y situarlos en el cargo más conveniente para ellos y para la empresa. En el puesto adecuado serán una ayuda decisiva para reestructurar la empresa.
Crear una nueva cultura empresarial: los empleados deben sentirse parte de la cultura de la empresa y pueden ayudar a forjarla. Si no existía una cultura arraigada, es el momento de establecer una nueva cultura de empresa y que los empleados se comprometan a cumplirla y a contribuir a ella en la nueva etapa que comienza.
Saber distribuir el talento: elegir a profesionales capacitados para desempeñar bien su trabajo es fundamental, como también lo es colocarlos en el puesto adecuado. En caso contrario, la estrategia, por buena que sea, no funcionará.
Evaluar resultados y logros conseguidos: la estrategia de comunicación debe permitir coordinar, gestionar y evaluar los logros conseguidos con renovación de la empresa. Mediante esta evaluación será posible medir la efectividad de los cambios que se hayan hecho y su repercusión en la marcha de la empresa.